martes, 8 de junio de 2010

Yo que todo lo he perdido...

Yo, que todo lo he perdido, sólo le quise a él. No me importó ir perdiéndolo todo: le tenía a él.

Ahora, que hace años que él se fué también, engañándome, sé que no le perdí. Nunca fue mío. Sólo me utilizó hasta que encontró a otra. Nunca tuvo intención de compartir su vida conmigo. Nunca.

Me regaló unos pendientes en el primer cumpleaños en el que fuí su novia. No costarón ni la mitad del ramo de rosas que le compró un mes después a su ex. Ante todo seguir pareciendo un tío estupendo.

Llevé puestos esos pendientes 9 años. Me los quité el día que me dejó. Los guardé más de 11 años, sin atreverme a deshacerme de ellos.

Han sido la joya que más he querido. Nunca valió nada. Ayer los tiré.